Puede ser que la jubilación sea la edad dorada, vivir tranquilamente sin obligaciones, disfrutando del día a día, no madrugar para ir a trabajar. Sin embargo, tememos llegar y perder calidad de vida, no poder hacer frente a gastos inesperados, o incluso a los gastos habituales. Por eso, es muy importante comenzar a ahorrar y cuánto antes mejor.

1.- Plan de Ahorro Sistemático (PIAS). Fue creado por la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, y su objetivo es ofrecer un instrumento de ahorro sistemático cuyas rentas están exentas de pagar impuestos siempre que se mantenga más de 5 años y se perciba en forma de renta vitalicia. Tiene un límite máximo de aportación de 8.000 € anuales y las primas acumuladas no podrán superar los 240.000 € por contribuyente. Es rescatable de forma total o parcial desde el primer momento, aunque perdería su exención fiscal.

2.- Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP). La Ley 26/2014, modificó la anterior Ley del IRPF, creando este nuevo instrumento de ahorro, pero en este caso dirigido a pequeñ@s inversores. La aportación no puede superar los 5.000 € anuales, la disposición únicamente podrá ser en forma de capital por el importe total del plan, no disposiciones parciales.  Este producto garantiza que se rescatará al menos el 85% del dinero invertido. Exento IRPF los rendimientos siempre que no se rescate antes de los 5 años.

3.- Planes de Previsión Asegurados (PPA). Están regulados por la Ley 46/2002, de Reforma Parcial del IRPF. Se trata de un contrato de Seguro consistente en el pago de capital garantizado a la jubilación. No es rescatable, salvo desempleo de larga duración o enfermedad grave, que no tendría penalización.

4.- Unit Linked. Más que un producto de ahorro es un producto de inversión, donde la persona tomadora del seguro asume todo el riesgo de la inversión. No existen límites en las aportaciones y se tiene total disponibilidad sobre éstas.

Existen otras modalidades de ahorro, como los Seguros de Capital Garantizado, Rentas Vitalicias y Temporales, Seguros de Rentas… Lo más importante es que la contratación de estos sea lo más personalizada posible, atendiendo las verdaderas necesidades y las circunstancias y para ello, lo mejor es acudir a personas expertas y profesionales como estamos en la Correduría.